Proveedores de gobierno pasan a la lista negra del SAT

Una de las intenciones del SAT al hacer obligatorio el uso de CFDI era la detección de actividades ilícitas, lo que ha resultado un éxito. Hace unos días se dio a conocer que 9 de 34 contribuyentes, personas morales detectadas por el fisco con operaciones inexistentes fueron proveedores del gobierno de Nuevo León, del estado o de algunos municipios en administraciones pasadas quienes no pudieron presentar pruebas definitivas de sus operaciones.  

El Sistema de Administración Tributario explicó a través de un comunicado que se detectó que estas empresas realizaban operaciones inexistentes pues emitían comprobantes CFDI sin contar con activos, personal, infraestructura o material para prestar servicios, vender bienes amparados por los comprobantes o dichos comprobantes no los tenían localizados.  Toda empresa debe emitir y validar CFDI ante intercambios comerciales, los sistemas actuales de contabilidad resguardan dichos documentos por lo que es más fácil rastrear facturas atrasadas.

Cuando el SAT detecta este tipo de actividades, notifica al contribuyente de modo que pueda aportar la documentación e información pertinente para desvirtuar los hechos que atrajeron la atención de la autoridad. Posteriormente se analizan las pruebas presentadas y se resuelve si respaldan las operaciones fiscales presentadas al fisco, lo que determina si los comprobantes fiscales expedidos son reales o no.

El pasado mes de agosto la autoridad emitió un comunicado en el que advertía al contribuyente sobre un esquema de venta de facturas apócrifas que llegaba por correo electrónico y servía para acreditar deducciones falsas por medio de la simulación de operaciones. Sin embargo, una de las empresas de Nuevo León: Tokkan Industrial, quien trabajó con la Universidad Tecnológica de Santa Catarina, cayó en la trampa al giaul que Comercializadora, así como Asesoría Planet, Grupo Integral Karter, Comercializadora Riccione, entre otras.

La simulación de operaciones y venta de facturas es una práctica muy vieja que tiene como finalidad la evasión de impuestos, sin embargo en la actualidad es aún más difícil de realizar y más penalizada pues el SAT además de sancionar al contribuyente hará público el nombre de quienes comentan defraudación fiscal.

Con la implementación del certificado digital, el SAT tiene toda la información del contribuyente en línea y puede consultar los cambios en tiempo real; todo esto hará mucho más difícil la práctica de compra-venta de facturas y operaciones simuladas.

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