¿Qué régimen fiscal elegir para mi negocio?

Al emprender un negocio, además de elegir el giro que más conocemos y nos agrade, debemos darnos de alta en Hacienda para cumplir con las obligaciones fiscales que marca la ley, de no hacerlo podemos enfrentarnos a multas o al cierre del negocio. Al darnos de alta podremos facturar en linea de acuerdo con la actividad y régimen fiscal que nos corresponda, por lo que debemos conocerlos y diferenciarlos para elegir el más adecuado.

Estar al corriente con el SAT además de darnos la tranquilidad de estar cumpliendo con la ley, nos permite deducir cada comprobante fiscal, como los recibos de nomina de los empleados que trabajen para nosotros, además de darle mayor solidez al negocio y abrirnos a nuevas oportunidades de intercambios comerciales que pueden hacer crecer al negocio poco a poco.

Los distintos regímenes fiscales existen para que cada contribuyente pueda ejercer y pagar impuestos dependiendo de sus ingresos y tipos de trabajo, estos son:

• Régimen de honorarios. Las personas físicas, que reciben ingresos al prestar sus servicios profesionales de forma independiente, es decir, sin recibir un salario fijo de una sola empresa. Los abogados, contadores, arquitectos, médicos, ingenieros, diseñadores, entre otros profesionistas que suelen ejercer sus labores sin ser subordinados de alguna institución.
• Régimen de arrendamiento. Las personas que obtienen ingresos por rentar bienes inmuebles como casas, departamentos, edificios, locales comerciales, bodegas, entre otros, deben tributar bajo este régimen.
• Régimen de actividades empresariales. Esquema para personas físicas que se dedican a actividades comerciales, industriales, de autotransporte, agrícolas, ganaderas, de pesca o silvícolas; no se establece un límite de ingresos, por lo que podemos encontrar a contribuyentes de talleres mecánicos, restaurantes, cocinas económicas, guarderías, entre muchos otros negocios.
• Régimen de Incorporación Fiscal. Régimen para personas físicas que vendan o presten servicios por los cuales no se requiera un título profesional, aquí se incluye a quienes obtienen ingresos por salarios, asimilados a salarios o ingresos por intereses, siempre que estos no superen los 2 millones de pesos anuales. Ejemplos de este régimen son fondas, misceláneas, tintorerías, papelerías, etc.

Antes de comenzar un negocio debemos identificar el régimen bajo el cual constituirlo y mantenerlo actualizado en materia fiscal, buscando la asesoría de expertos para estar al día con los deberes que marca el SAT.

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