¡Cuidado! detecta si tienes trabajos “fantasma” ante el SAT
En tiempos de crisis económica, encontrar un trabajo puede ser una verdadera labor titánica. Muchas veces, encontramos ofertas que suenan demasiado buenas: un salario atractivo, un horario flexible… sin embargo, algo falta. Hay algunos detalles que no cuadran y te hacen sospechar que tal vez no todo esté completamente bien.
¿Qué son las empresas “fantasma”?
Las empresas fantasma son sociedades que se crean y utilizan para simular operaciones empresariales con registros “oficiales”, pero que brindan servicios diferentes a estos con la intención de evadir la ley.
En muchas ocasiones, las empresas fantasma no tienen empleados, domicilio físico, ni cuentan con maquinaria, insumos o mercancías, pero sí tienen los papeles en regla ante las instancias oficiales, como el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Por tanto, cuentan con sellos para emitir facturas por servicios que no proveen, y a los que recurren empresas que simulan gastos y requieren facturas por servicios inexistentes.
Otras empresas fantasma sí prestan los servicios para los que fueron creadas, incluso participan en licitaciones para atender organizaciones públicas o privadas, pero cuentan con prestanombres o “inflan” las facturas para simular gastos mayores a los que realmente realizaron. Incluso pueden “inflar” la nómina para que parezca que hay empleados que reciben salarios y que se reduzca su carga fiscal.
Por otro lado, algunas empresas fantasma se dedican a estafar a los candidatos que buscan trabajo y los animan a invertir en productos, dar pagos por equipo de cómputo, por recibir material o para viajar al extranjero a trabajar.
¿Como empleado, en qué me afecta trabajar para una empresa fantasma?
Las empresas fantasma afectan a sus empleados de muchas formas, las más comunes son:
- No brindan prestaciones de ley, ya que el empleador no cuenta con registro patronal y no puede dar de alta a sus trabajadores.
- No pueden hacer antigüedad debido a que las empresas suelen cambian de razón social con frecuencia, o bien, no son contratados oficialmente y por tiempo indefinido, sino con contratos mensuales, semestrales o anuales.
- No pueden cotizar en Infonavit porque son dados de alta con un salario más bajo del que gozan.
- No pueden presentar sus declaraciones porque, al revisar su situación fiscal, se percatan de que no tienen relación laboral con la empresa.
- Multas o sanciones porque el SAT puede detectar que el empleado trabaja para más de un patrón o no puede comprobar sus ingresos.
¿Cómo identificar a una empresa fantasma?
Identificar una empresa fantasma puede ser difícil desde fuera. Hasta que los empleados laboran allí pueden identificar características como:
- Son empresas de reciente creación o que cambian de nombre constantemente
- Tienen poca o nula capacidad para prestar servicios
- Los accionistas o dueños son prestanombres
- No tienen trayectoria comprobable
- Sus clientes son otras empresas fantasma
¿Debo renunciar si trabajo en una empresa fantasma?
Antes de renunciar, cerciórate de que todo está correcto con tu empleo. Ingresa al sitio del SAT con tu RFC y contraseña o e.firma y dirígete a la sección “Visor de comprobantes de nómina”. Allí verás los nombres de los patrones que te retuvieron impuestos en el año seleccionado.
En caso de ver recibos sin relación laboral, puedes cancelarlos y eliminar el registro del patrón desconocido en la precarga de datos al momento de presentar tu declaración anual.
Por último, se recomienda interponer una denuncia en caso de detectar labores de empresas fantasma y evitar el trato con ellas para no tener problemas a futuro.
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